Lágrimas de soledad -Capítulos 12-

¡Hola! Aquí estoy luego de una algo larga ausencia -necesaria y obligada-, tanto por mi exámenes finales y mi salud, que finalmente se repuso :D
Poco a poco espero ir retomando el ritmo de mis publicaciones, pues todavía estoy algo desorientada xD Pero estoy trabajando en diferentes proyectos para tenerles de regalo el próximo mes y pues ya saben, el esperado cuarto libro de la serie ¡Dusha!
No diré más, solo que creo que Lágrimas de soledad está a poco tiempo de ponerse... dramático :O
Nos leemos ;D
No olviden dejar su comentario ;)

Capítulo 12


Dorian había sido serio cuando dijo que no quería verlos, no quería saber de ellos ni tener nada que ver con ninguno de los dos. Tuvo que soportar quedarse en el rancho porque en su condición era peligroso que se moviera por largos periodos, pero al menos el par entendió que no los quería cerca. Se sintió algo extraño cuando regresó a su apartamento, se sentía como si hubiera estado fuera por un año, cuando la realidad es que fueron cuatro semanas.
Su pequeño pero cómodo apartamento, de tonos marrones con plantas en cada esquina. Con cuadros de recuerdos de buenos momentos de su vida, cuando era feliz al lado de Terry. Un estilo vintage con grandes sofás llenos de cojines de colores, mantas típicas y un montón de pequeñas decoraciones raras que había obtenido de sus amigos cuando decidió escapar del yugo paternal.
El olor a hogar, el olor de las flores que adoraba y la luz del sol que iluminaba el costado del apartamento. Eso fue, después de todo, lo que hizo que lo comprara cuando tuvo la oportunidad.
Estaba en casa.
Entonces, no entendía por qué se sentía como si le faltara algo. Como si estuviera en el lugar incorrecto o como si estuviera traicionando a alguien por pensar en ese como su hogar. Era una tontería. No importaba lo que sintiera o creyera sentir, ese lugar había sido suyo desde hace mucho y no iba a darle valor a cosas que no valían la pena.
Ambos habían demostrado lo poco que importaba en sus vidas.
El escándalo de su pequeño de cuatro patas lo hizo sonreír, quedarse quieto mientras esperaba a que llegara a su encuentro. Sonrió cuando Simón empezó a ladrar, antes si quiera de tenerlo enfrente, hasta que saltó para que lo abrazara.
—¡Mi pequeño! —lo abrazó con fuerza y sonrió cuando lo lamió.
Se sintió como un mal papá cuando el pequeño lloro y se retorcía para que lo sostuviera. Dejó la pequeña maleta con la ropa que le habían prestado en esas semanas a un lado de la puerta, mientras daba toda su atención a su pequeño.
Lo había extrañado.
Además, sabía que tenía a alguien que darle una explicación. No fue sorpresa cuando ella apareció en el marco de la puerta de la cocina, sus ojos verdes le miraron con suspicacia. Se limpiaba las manos con un paño de cocina, con su cabello rojo en una coleta, vestida informal con jeans y un sudadero. Su prima era de las pocas personas -aparte de sus padres- quien tenía la llave de su apartamento.
—Hola —dijo dejándose caer en uno de sus cómodos sillones.
Bethany se movió por entre los sillones con una expresión seria, hasta que se sentó a su lado. Simón estaba acurrucado en su regazo, suspirando y olfateándolo haciendo sonidos de tristeza. Su prima le miraba con suspicacia.
—Beth…
Ella negó.
—A mí no puedes darle la misma excusa que a mis tíos, ellos pueden creer que te llamaron para una comunidad para hacer servicio comunitario —dijo con su expresión molesta—. Yo no te creo, no logro entender cómo convenciste a tú jefe ni al resto del hospital.
Dorian tampoco lo entendía, de hecho, no tenía idea cómo lo había hecho Nicholas. Ahora que lo pensaba, tal vez había sido Terrence, después de todo, uno de sus tíos lejanos pertenecía a la directiva del hospital. Ni siquiera quería pensar en ello. Aún no podía superar el saberlo vivo, le dolía profundamente el corazón cada vez que lo pensaba. Por lo que prefería ignorarlo, pero con su prima ahí no tenía idea de cómo iba a hacerlo.
Tragó saliva, sentía su garganta seca y tenía un poco de tirantez en la herida que apenas estaba cicatrizando.
Se sentía golpeado, aunque no fuera físicamente, sentía su cuerpo entumecido por dentro. Como si no pudiera respirar, un gran bloque en su pecho le dolía y le hacía querer dormir para no despertar.
—Yo…
Sus ojos se llenaron de lágrimas, por más que se dijo que no iba a hacerlo, que iba a ser fuerte. Ellos, ninguno de los dos, merecía sus lágrimas. Nadie tenía el derecho de destrozarlo tanto como habían hecho, porque poco le importaba que Nicholas simplemente lo hubiera puesto como cebo, para él eso fue un golpe bajo que no iba a perdonarle. Había dado vuelta a su tranquila y miserable vida.
Terrence tenía su rencor por todo lo demás.
—Shhh tranquilo —murmuró Beth rodeándolo con sus brazos hasta tenerlo con su cabeza hundida en su cuello.
Ella murmuraba palabras de aliento, intentando averiguar que estaba mal con él, pero no podía detenerse para contestarle. Le dolía tanto. Nicholas con su necesidad de ayudar a su pueblo había arruinado su vida, porque no había manera que volviera a ser el mismo. No cuando sabía que su primer amor estaba vivo, que los seres paranormales existían y que Terrence era un vampiro.
No podía con ello.
Era así de simple.

Nicholas gruñó cuando llegó a la casa principal y se encontró con la molesta figura del vampiro apoyado contra una de las columnas. Era irónico, pero lo que menos quería era verlo en ese momento, por más que el consejo de ancianos aseguraban que necesitaban ahora más que nunca ayuda del príncipe vampiro.
Por su parte quería mandarlo al demonio. Era el culpable de que Dorian se marchara sin siquiera darle una mirada, el doctor le había dado una mirada llena de furia que ni siquiera podía comenzar a expresar el dolor que sintió al verlo despreciarlo. Pero no podía culparlo, él era la causa de que todo se complicara.
Junto a ese maldito vampiro.
—Tenemos que hablar —le dijo cuando intento pasar a su lado. Nick iba a ignorarle, pero el vampiro se enderezó—. Ha comenzado a reunir a sus generales, no es una simple batalla la que está planeando, está comenzando una guerra.
Ese era otro problema en el que deseaba desapareciera, pero al parecer solo iba a empeorar. Desde que Gabriel junto al comandante del príncipe encontraron el cuerpo de dos vampiros y dos de sus centinelas, quedó claro que su encuentro no había pasado desapercibido para el maldito rey. El dejar el cuerpo de sus hombres era solo una muestra de su poder y de cuanto conocía a su Manada. Tanto como conocía a su primogénito.
—Hablaré con mis Betas, también haré una reunión con los ancianos, no es posible que el consejo se haga el desinteresado —gruñó.
El vampiro bufó.
—Estas perdiendo el tiempo, el consejo solo interviene cuando ve que las cosas se ponen serias —dijo cruzándose de brazos mientras miraba al frente de la casa. Su expresión era neutra, aunque Nicholas podía sentir el olor de su incomodidad—. Además, es de conocimiento general que tiene amistades en el círculo principal… tendremos que hablar con los jóvenes, ellos tal vez nos presten atención.
Nick entendía lo que estaba diciendo el vampiro, pero por más que quisiera ponerse a pensar en que acciones tomar, lo cierto es que estaba preocupado por Dorian. El humano había terminado en el centro de una guerra que nada tenía que ver con él, más allá de tener la suerte del destino en ser elegido como compañero de un vampiro -aunque le dolía admitirlo- y de un lobo Alpha.
—¿Qué sugieres? —preguntó, aunque con los dientes apretados.
Hablar o pedir ayuda a su principal enemigo era un dolor, pero pensarle como la competencia amorosa, era el doble. Claro que eso poco le importaba al vampiro, quien simplemente le miro con frialdad, demostrando lo poco o nada que le importaba hablar con él.
Era tan molesto.
Deseaba quitarle la cabeza, pero el firme recordatorio de Dorian con ojos llorosos frente la tumba del maldito vampiro le hacía detenerse. No era justo, pero tenía que vivir con ello.
El vampiro casi bufó, como si pudiera escuchar sus pensamientos.
—Hay que hacer un llamado al consejo, pero por algo pequeño… poca cosa, para que manden a uno de los jóvenes —dijo con seguridad—. Estoy seguro de que si hablas sobre la muerte de tus centinelas y un posible crimen de odio…
—Ellos mandaran a alguien —aceptó.
Era lógico, cuando se trataba de crímenes de odio en las Manada era normal que el consejo interviniera. Porque cuando una Manada entraba en caza de brujas por aquellos que consideraban “fuera de línea”, por sus orientaciones sexuales, podían llegar incluso a diezmarse por sus viejas costumbres.
Esa era en realidad una de las cosas que deseaba cambiar, pero los ancianos de su manada estaban empecinados en las viejas costumbres y se negaban a darle apoyo. Lo que solo ocasionaba que aquellos pocos que se habían atrevido a demostrar fueran condenados al ostracismo en las mismas tierras. Su padre solo les había permitido vivir entre ellos pues no se consideraba que rompieran las leyes, pero no hacía nada para evitar que fueran humillados.
Esa era la principal razón por la que temía hablarle a alguien sobre su compañero. No solo era el hecho que la homosexualidad se miraba como algo en contra de la naturaleza, sino que como Alpha se supone debe dejar su herencia. Desde siempre había sido algo complicado para elegir una pareja de cama, pero desde que su lobo había reconocido a Dorian como su compañero, no había manera de que buscará a otro.
—No sé qué es lo que pasa por tu cabeza, lobo —habló el vampiro lo suficiente cerca de su rostro como para que se sintiera amenazado, pero se negó a dar un paso atrás—. Pero ten algo seguro, me has metido en está lucha sin sentido y la única razón por la que no he ido yo mismo a entregarle tu miserable persona al maldito que se hace llamar mi padre es Dorian.
Nicholas gruñó. Puede que soportase mucho en favor de su manada, pero el que metiera a su compañero en el medio era demasiado. Cosa que respondió golpeando su pecho contra el del vampiro.
—No lo metas en esto —amenazó.
El vampiro bufó.
—Tú lo metiste en esto, lobo —se burló mirándolo directamente a los ojos—. Así que más te vale tenerlo protegido, porque si algo le pasa a mi consorte… —mostró sus colmillos—, teme por tu vida y la de tu manada, porque poco me importarán.
Con esas palabras se alejó. Nicholas no pudo decir una sola palabra y eso le encabronaba, pero no podía refutar cuando sabía muy bien que si algo le pasaba a su compañero… él mismo se entregaría.
Aunque seguía sin entender cómo dos seres tan diferentes, como eran ellos dos, tenían la suerte de tener un humano entre ellos. Lo peor del asunto es que no podía ir a preguntarle a nadie de los mayores, ni siquiera a su madre.
Suspiró y llamó a sus betas.
Debía ponerle guardianes a Dorian, proteger tanto a la manada como a su compañero era su misión primordial. Estaba seguro de que el mal estaba cerca de golpearlos. Debía estar preparado.


Continuará...



11 comentarios:

  1. Gracias por el capituló,pobre de Dorian en medio de una guerra de la que no sabía y pareja de un Vampiro y un lobo que se odian

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  2. Madre mía que buen capítulo y encima dices que más dramático?? pobre Dorian la que le espera, felicidades Cele y me has alegrado la tarde con el capítulo y encima con la noticia del cuarto libro de Dusha, muchos besos y feliz sábado.

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  3. Muchas gracias por el capítulo, esperando con ansiedad el Cuarto libro de Dusha, feliz fin de semana.

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  4. Suertudo Dorian, con dos pesadillas hermosas y lo mejor es que lo quieren, buenísima. Ya que estarás de vacaciones más relajada podrian ser un poquito mas grandes los capítulos, no es que
    me este quejando, pero un poquito mas grande así nos alcanzaría para esperar cada fin de semana. Un abrazo.


    Enma Samayoa

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  5. Por fin pude leer el capítulo.
    Estuvo genial, quiero y no quiero saber que sigue, gracias.

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  6. Gracias Celeste por otro capi más de esta buenísima historia, me gusta mucho.
    Feliz semana

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  7. Gracias, buenisimo como siempre. Que alegria q estes mejor. Espero poder tener pronto el 4° de Dusha.

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  8. Una historia que se va desarrollando muy bien en la que Dorian se ve entre dos fuegos veremos que mas le ocurre gracias por compartir esta lectura ok kisses

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  9. ¡ Estuve en lo correcto !

    ¡ Muchas gracias x el nuevo capitulo !

    ¡ Ahora ansiando el siguiente ! jajaja

    Besos.

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